Camiones blindados custodiados por la policía y bajo la vigilancia de un helicóptero han llegado esta mañana a Nicosia cargados con 5.000 millones de euros que ha enviado el Banco Central Europeo.
Los camiones han hecho el camino desde Lárnaca, la tercera ciudad del país, donde se encuentra la base británica de Dhekelia.
Es la primera vez que en un Estado de la zona euro se restringe la cantidad de dinero que pueden retirar los ciudadanos.
Según las autoridades la limitación durará solo siete días, pero en la mente de todos está Islandia que impuso controles temporales en 2008 y todavía no se han levantado.
En Chipre, esa limitación puede resultar fatal. Toda la economía gira en torno a la actividad bancaria y puede paralizarse.
Después de 12 días de cierre bancario los establecimientos solo permanecerán abiertos durante seis días, algunos no lo han hecho este jueves.
Los chipriotas solo pueden retirar 300 euros diarios. Si salen del país solo podrán llevar 3.000 euros, para tasas de matrícula en universidades extranjeras solo podrán abonar 10.000 euros y 5.000 euros es el límite de lo que podrán pagar con sus tarjetas de débito o de crédito fuera del país.
Los directores de los dos principales bancos han sido cesados y 180 guardias de seguridad garantizan el orden en las sucursales bancarias. El Parlamento todavía no ha aprobado el rescate de 10.000 millones de euros acordado por el Eurogrupo el pasado lunes.
Mientras que desde el ministerio del Interior se esfuerzan en convencer a los extranjeros de que a pesar de lo sucedido, Chipre es un lugar tranquilo ideal para sus inversiones.