Por A. Alonso
La canciller alemana no es partidaria de una elección directa del presidente de la Comisión Europea ni de ceder más competencias nacionales a la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión. Sin embargo, cree que sería bueno una mayor coordinación entre los veintisiete en política económica y fiscal.
En una entrevista que publica este domingo el semanario «Der Spiegel», la canciller alemana, Angela Merkel, dice que «no ve la necesidad de entregar más poder a la Comisión en los próximos años».
Se muestra de acuerdo con el presidente de Francia, Fraçois Hollande, con quien mantiene unas relaciones intermitentes de amor-odio, en que los Estados miembros deben cooperar más en asuntos económicos. «Estamos pensando, por ejemplo, en los mercados laborales y en los sistemas de pensiones pero también en la política social y fiscal», ha dicho Merkel, que ha añadido que la coordinación en política económica en Europa es muy débil y se debe reforzar, aunque eso «es muy diferente a darle más competencias a Bruselas».
Hollande, le dio un toque esta semana a la Comisión Europea cuando esta publicó unas propuestas muy detalladas de cómo debería reformar Francia, y el resto de los países, su economía para cumplir con el déficit diciendo que la Comisión no era quien para «dictar» lo que los Estados miembros deben de hacer.
Este jueves, Angela Merkel y François Hollande se vieron en París y estuvieron de acuerdo en que tendría que haber una coordinación más estrecha entre los países de la eurozona. Concluyeron en enviar un documento conjunto sobre la gobernanza de la zona euro al resto de los líderes antes de la cumbre que tendrá lugar este junio en Bruselas.
La canciller descarta en su entrevista que el presidente de la Comisión pueda ser elegido de forma directa por los europeos. Eso le daría más poder. Merkel ha echado mano de su argumento favorito: habría que cambiar los tratados. «Un presidente de la CE que fuese elegido directamente por el pueblo tendría que tener otras competencias totalmente distintas a las de ahora. Ese cambio rompería el balance actual de las estructuras de la UE», ha dicho.
Alemania ha sido tradicionalmente partidaria de una Comisión Europea fuerte, pero la crisis, las próximas elecciones en el país y en Europa han hecho que las opiniones del Gobierno alemán hayan ido tomando más peso en la eurozona a la vez que la Comisión se ha ido debilitando.
Una lucha de poder que tiene una difícil solución. El próximo año se celebrarán elecciones al Parlamento Europeo, y por primera vez desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa el europarlamento, única institución europea elegida por los ciudadanos, tendrá más poder. Será esta cámara la que debe proponer al presidente de la Comisión Europea, teniendo en cuenta el resultado de las elecciones. Hasta ahora eran los Estados miembros los que proponían el nombre del candidato a presidente de la CE al Consejo.