Los eurodiputados tienen dudas de que sea necesario un acuerdo intergubernamental de las características del que ha elaborado la Comisión Europea y que negocia con 26 de los Estados miembros. Subrayan que la Unión Monetaria solo puede convertirse en una verdadera unión económica y fiscal en el contexto de la normativa de la UE. La resolución ha sido aprobada por 521 votos a favor, 124 en contra y 50 abstenciones.
Entre los problemas potenciales que podría presentar el texto actual, figura la falta de responsabilidad democrática. La escasa posibilidad de intervenir que deja a la Comisión Europea y al Tribunal de justicia de la UE en caso de incumplimiento. Otro problema es el margen que da a la posibilidad de una Europa de «dos velocidades». Para evitarlo proponen que el contenido del acuerdo se integre en el plazo máximo de cinco años en el Tratado de la UE.
Consideran los eurodiputados que la disciplina presupuestaria no va a generar «por sí sola una recuperación». Por eso indican que el acuerdo debe incluir un compromiso para adoptar medidas de impulso al crecimiento y a la competitividad, como propuestas para un fondo de amortización, obligaciones relacionadas con proyectos y un impuesto a las transacciones financieras en el marco del derecho comunitario. También piden una hoja de ruta para la creación de los eurobonos.