La primera patera se hundía el pasado miércoles a unas 300 millas de la costa de Malta. De los 500 inmigrantes que viajaban a bordo, solo nueve consiguieron salvar su vida. Al parecer, según han explicado portavoces de la OIM, los traficantes que habían fletado la embarcación pidieron a los sin papeles que saltaran a una balsa más pequeña y precaria. Ante la negativa de los inmigrantes, siempre según la versión de la OIM, los traficantes habrían volcado la patera como represalia. «Sería un episodio particularmente grave, pues no se trataría de un accidente, sino de un caso de asesinato masivo perpetrado por asesinos sin escrúpulos», han denunciado fuentes de la Organización, que han hecho un llamamiento a la comunidad internacional para «frenar a estos criminales, que deben ser perseguidos e identificados».
Cuatro días después, la tragedia se repetía cerca de la costa de Liberia. Otra patera, con 250 inmigrantes subsaharianos a bordo se hundía la madrugada del domingo; sólo 26 consiguieron salvar la vida. «Esto significa que 700 personas han perdido la vida en el Mediterráneo en los últimos días», lamentaba un portavoz de la OIM, quien ha dado la voz de alarma, ya que los dos incidentes, los más mortales en lo que va de año, se han producido en un corto periodo de tiempo.
Según datos de ACNUR (la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados), en lo que va de año han llegado a las costas europeas unos 130.000 inmigrantes ilegales, más del doble de los registrados en 2013. Aseguran que el fuerte incremento se debe en gran medida al deterioro de la situación política en países como Eritrea, Somalia y Siria. De todos ellos, al menos unos 3.000 han perecido en la travesía del Mediterráneo.
Polémica también en Melilla
La inmigración ilegal también sido foco de atención estos días en Melilla. El lunes un auto judicial avivaba los enfrentamientos entre las ONG y el Gobierno por las supuestas devoluciones en caliente. Tras la denuncia de tres organizaciones, (Prodein, Andalucía Acoge y SOS Racismo), el Juez ha imputado al jefe de la Guardia Civil en la ciudad por lo ocurrido durante los saltos a la valla del 18 de junio y del 13 de agosto.
Las ONG hicieron públicos varios vídeos en los que se veía cómo agentes de la Guardia Civil supuestamente aprovechaban la noche para enviar a sin papeles de vuelta a Marruecos. El juez entiende, que tal como denunciaron, se expulsó a los subsaharianos sin aplicar la ley de extranjería, ni el convenio hispano-marroquí. Emilio Lamo de Espinosa recalca en su escrito que al tratarse de «suelo español», está sujeto a su soberanía, y que por tanto, «debe aplicarse la legislación nacional sin limitación de ningún tipo». Entiende que el plan de actuación de la Guardia Civil «responde a un criterio de gobierno político o de simple operatividad policial, sin que conste una forma jurídica que lo ampare», lo que a su juicio supone un incumplimiento de los acuerdos firmados por España.
Por todo ello, el magistrado ha citado a declarar como imputado a Martín Villaseñor el próximo 3 de octubre. Según el auto, al tratarse del máximo mando de la Comandancia de la ciudad, es la persona que actúa como «persona al mando» y por lo tanto, ha sido el encargado de dictar el protocolo de actuación de los agentes en la valla. Pese a la imputación, desde el Ministerio de Interior insisten en que lo que se ha denunciado como devoluciones en caliente, en realidad se trata de «rechazos en frontera», una práctica legal, según fuentes ministeriales.
Preocupación de la OIM
Tanto el incremento de inmigrantes en el Mediterráneo como los cada vez más frecuentes saltos a la valla de Melilla son dos de las principales preocupaciones de la Organización Internacional de la Migración. Creada en 1951, es la principal organización intergubernamental en este ámbito. En ella se integran representantes de 156 Estados Miembros, que trabajan en estrecha colaboración intergubernamental y también con asociaciones no gubernamentales.
Su principal labor consiste en garantizar una gestión ordenada y humana de la inmigración. Para lograrlo, trabajan en promover la cooperación internacional sobre cuestiones migratorias y ayudan y asesoran para encontrar soluciones prácticas a los problemas migratorios. Además, realizan una importante labor para ofrecer asistencia humanitaria a los inmigrantes, como ocurre tanto en las costas italianas como en la verja de Melilla.