La Unión Europea nació con el anhelo de acabar con los conflictos entre países vecinos tras el desastre de la Segunda Guerra Mundial. La fundación, en 1951, de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) constituyó el embrión de la UE actual.
Seis años después, en marzo de 1957, Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo fundaron en Roma la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM) y al año siguiente el Parlamento Europeo se reunió en Estrasburgo por primera vez.
En la década de los años sesenta se fusionaron los órganos ejecutivos de las tres comunidades europeas, se creó la Política Agraria Común (PAC) y se concluyó el desarme arancelario, con lo que los Seis constituyeron una unión aduanera.
Tras la adhesión del Reino Unido, Dinamarca e Irlanda en 1973, se introdujo el sufragio universal directo para la Eurocámara en 1979, cuando entró en vigor el Sistema Monetario Europeo (SME).
La década de los ochenta estuvieron marcados por la adhesión de Grecia (1981), España y Portugal (1986), y por la reforma del Tratado de Roma mediante la firma del Acta Única Europea, por la que la CEE pasó a llamarse Comunidad Europea.
El gran salto se dio en febrero de 1992 con el Tratado de Maastricht o Tratado de la Unión Europea, que engloba la Unión Política y la Unión Económica y Monetaria. Además introdujo la cooperación en Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) y en Justicia e Interior.
Tras la adhesión de Suecia, Finlandia y Austria (1995), entró en vigor el tratado de Schengen —entre España, Portugal, Francia, Bélgica, Luxemburgo, Holanda y Alemania— que inició la supresión de fronteras.
El Tratado de Ámsterdam, que entró en vigor en 1999, modificaba el de Maastricht ampliando los derechos de ciudadanía europea y la cooperación en empleo. Pero el futuro ingreso de diez nuevos candidatos (República Checa, Hungría, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia, Lituania, Letonia, Estonia, Chipre y Malta) exigía una amplia reforma.
Tras dificultosas negociaciones, se aprobó, en diciembre de 2000, el Tratado de Niza (en vigor desde 2003), que modificó el reparto de poder en las instituciones comunitarias para adaptarlas a la UE ampliada. Además, se aprobó la Carta de Derechos Fundamentales, embrión de la futura Constitución de la UE.
En 2002, tras entrar en circulación el «euro» en doce países, se puso en marcha la Convención Europea, encargada de redactar una Constitución, presentada oficialmente en 2003.
En mayo de 2004 tuvo lugar la mayor ampliación de la UE, con el ingreso de diez países y en octubre, los Veinticinco firmaron en Roma el tratado que establecía una Constitución para Europa.Eel rechazo de Francia y Holanda en sendos referendos supuso el abandono del proyecto. Con la adhesión de Rumanía y Bulgaria en 2007, la UE alcanzó los 485 millones de habitantes, la tercera población mundial tras China e India.
En junio de 2007, a instancias de la canciller alemana, Angela Merkel, los Veintisiete acordaron negociar un tratado de reforma que sustituyera al fracasado proyecto constitucional, firmado el 13 diciembre de 2007 en Lisboa. Durante 2008 y 2009 fue ratificado por los 27 miembros de la UE y entró el vigor el 1 de diciembre de 2009.
Desde entonces la UE tiene un presidente estable, las decisiones por mayoría se extienden a 40 ámbitos más y el poder de voto de cada Estado tiene más en cuenta la demografía, reequilibrando el peso de los más «grandes».
La Eurocámara obtiene nuevas competencias legislativas y la CE ganará en eficacia e independencia en 2014, cuando el número de comisarios será inferior al de Estados (de 27 a sólo 15).
El 19 de noviembre de 2009 los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión, eligieron al belga Herman Van Rompuy, primer presidente estable del Consejo de la UE y a la británica Catherine Ashton, Alto Representante para Asuntos Exteriores y Seguridad. En enero de 2009, Eslovaquia se convirtió en el país número 16 en adoptar el euro y desde 2011 también cuenta con esta moneda Estonia.
Como consecuencia de la crisis financiera que vive la eurozona desde 2009, el 2 de marzo de 2012 los países de la UE, excepto Reino Unido y la República Checa, firmaron el «Tratado para la Estabilidad, la Coordinación y la Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria», para sellar su compromiso con la disciplina presupuestaria.