España vive este 29 de septiembre su quinta huelga general de la democracia y la primera contra el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, contra su política económica y contra la reforma laboral aprobada por decreto. Pero el 29-S no sólo es un día de protestas sindicales en España, hay previstas movilizaciones en otros once países de Europa y la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha convocado una manifestación en Bruselas contra los planes de austeridad promovidos desde las instituciones comunitarias.
En España es la reforma laboral; en Francia, el retraso en la edad de jubilación; en Grecia, los recortes salariales y la reforma de las pensiones; en Rumania, el draconiano plan de recortes presupuestarios... La protesta tiene una base única: que no sean los trabajadores quienes paguen las consecuencias de la crisis, sino los que la han provocado.
Con esta idea, además del paro general en España, hay previstas acciones sindicales de protesta en Portugal, Italia, Letonia, Polonia, Chipre, Rumanía, República Checa, Lituania, Serbia, Polonia, Irlanda y Francia. Para dar visibilidad y dimensión europea a las protestas comunes, la Confederación Europa de Sindicatos espera contar con cien mil manifestantes en Bruselas este miércoles. Tras la marcha, los dirigentes de la CES harán llegar sus reivindicaciones al presidente de la Comisión europea, José Manuel Durao Barroso, y al presidente en ejercicio de la UE, el primer ministro belga, Yves Leterme. «Estamos particularmente alarmados por el desempleo y el creciente aumento de las desigualdades. Para frenar el aumento de la precariedad, la prioridad debe ser el empleo de calidad. Este el mensaje que queremos transmitirles», ha dicho John Monks, secretario general de la CES
Los sindicatos europeos quieren garantías de empleos estables, salarios decentes y mejores pensiones con un sistema de protección social fuerte que garantice la cohesión social y la solidaridad. Por eso piden medidas alternativas a las aplicadas por los gobiernos y exigidas por Bruselas: una tasa sobre las transacciones financieras que garantice una política pública de inversiones, el desarrollo de políticas industriales sostenibles y un fortalecimiento de la coordinación y transparencia fiscal para evitar el dumping social en Europa.
El lema de las movilizaciones es : Contra la Europa de la austeridad y la precariedad. Por la Europa del empleo, de la justicia social y de la solidaridad.