Jornada que preocupaba al líder del PP por la imagen contraria a la reforma laboral que pudiera dar a Europa la sociedad española. Pero no era el único con problemas. Los sindicatos, acusados de inoperantes e ignorados por una buena parte de los españoles, se enfrentaban a la prueba de fuego tras la poca aceptación de la huelga de 2010.
El día comenzaba con piquetes y un paro general que afectaba principalmente a los transportes y la industria. Las grandes zonas comerciales abrían gracias a la vigilancia de la Policía.
La caída del consumo de electricidad, un indicador para medir el nivel de funcionamiento de un país en estos casos, era diferente para ambos «bandos» desde los primeros momentos.
Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, lo sitúan en un nivel superior al 23% a las siete de la mañana, mientras que el Ministerio del Interior, mediante la figura de Cristina Díaz, habla de un 17,7%, nivel inferior según la directora general de Política Interior a la última huelga en democracia. Desde UGT, incluso cifran la huelga en un 85% en el sector industrial a primeras horas de la mañana. Cándido Méndez, por la tarde ha declarado que «esta huelga ha sido un éxito democrático y social indiscutible».
La patronal, integrada por la CEOE y CEPYME, difiere en su percepción y cifra la ausencia laboral únicamente en el 15%.
A lo largo de la jornada los transportes se han visto especialmente reducidos. Tanto en Madrid como en Barcelona, únicamente han funcionado los servicios mínimos de metro, autobuses y cercanías. En cuanto al transporte de larga distancia, tanto en tren como en autobús, la oferta se ha visto reducida notablemente. Renfe, por ejemplo, en el trayecto Madrid-Barcelona de alta velocidad, únicamente ha puesto en marcha cuatro AVE de veintisiete programados.
CGT y CNT, por su parte, califican también de éxito la jornada de hoy y recriminan la fuerte presencia policial. La razón de esta queja, y un indicador más de por dónde van los tiros, es que el Gobierno ha encargado al Ministerio del Interior y no al Ministerio de Empleo la responsabilidad de esta huelga.
En cuanto a daños personales, según el Ministerio del Interior, en la última comparecencia realizada a las siete y media de la tarde, únicamente hay que lamentar que un centenar de personas han resultado heridas. Concretamente, 46 ciudadanos y 58 agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
Mientras, desde la Unión Europea se observa con interés el respaldo de los españoles a la convocatoria de huelga. Ya que una baja participación refrendaría las medidas de ajuste que se han comenzado a tomar para reducir el déficit. La huelga pulsa el sentir general de los ciudadanos con los recortes, el Gobierno y, por supuesto, el Eurogrupo.
Por lo demás, la vida sigue igual. Mariano Rajoy se topa con un problema más desde que llegó a la presidencia, tras los resultados electorales negativos en Andalucía y Asturias. UGT y CCOO han ofrecido al Gobierno un plazo hasta el 1 de mayo para que la reforma laboral sea negociada. En caso contrario, proseguirán por la senda iniciada hoy. Europa observa con recelo.