Declarado en la sesión del 1º de noviembre de 2005, bajo los términos de la resolución 60/7 referente a la recordación del Holocausto, el 27 de enero fue designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
La fecha tiene como referencia el 27 de enero de 1945 cuando el Ejército Rojo soviético liberó el campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau en la actual Polonia. En este centro custodiado por la SS alemana, murieron asesinados entre 1,5 y 2,5 millones de personas desde su apertura en mayo de 1940.
A Auschwitz, situado a unos 40 kilómetros de Cracovia, llegaron durante años no solo judíos, sino también prisioneros de guerra, que eran obligados a trabajar para el régimen de Hitler
Desde su declaración por las Naciones Unidas, esta jornada está dedicada al recuerdo. Los Estados miembros elaboran diferentes actos y programas educativos. El objetivo no es otro que inculcar a las generaciones futuras las enseñanzas del Holocausto con el fin de ayudar a prevenir actos de genocidio en el futuro.
En la declaración de este día, la Asamblea rechazó toda negación, ya sea parcial o total, del Holocausto como hecho histórico. En 1979, el lugar que es la tumba de muchos inocentes, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. «Negar hechos históricos, especialmente en relación con un tema tan importante como el Holocausto, es simplemente inaceptable. Igualmente inaceptable es que se pida eliminar cualquier Estado o pueblo. Me gustaría que todos los miembros de la comunidad internacional respetaran este principio fundamental tanto en la teoría como en la práctica», dijo el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, el 14 de diciembre de 2006.
En España se han celebrado numerosos actos conmemorativos. En el Senado, el ministro de Asuntos Exteriores ha reafirmado el compromiso del gobierno para luchar por garantizar la seguridad del Estado de Israel y de Palestina, a trabajar por preservar los acuerdos con Egipto y Jordania, «pilares básicos de la paz en la región», y a alentar a las nuevas diplomacias árabes a reconocer la realidad de Israel.
El presidente del Parlamento Europeo, el alemán Martin Schulz, ha declarado en otro acto celebrado en Bruselas que «el pueblo alemán de hoy no es culpable del Holocausto, pero sí responsable de mantener la memoria viva.»