El Parlamento Europeo no quería que la resolución de los bancos dependiera de los políticos de cada país, sino que fuera la Comisión Europea la que pudiera tomar una decisión rápida y limpia y eso les ha costado a los europarlamentarios, al menos toda una noche de negociaciones con la Comisión.
Según la eurodiputada portuguesa Elisa Ferreira (S&D) quien ha dirigido el equipo negociador del parlamento, el acuerdo final, mejora el texto inicial en varios puntos:
El mecanismo de supervisión del BCE será el que inicie el proceso y decida si un banco está en bancarrota. Si no lo hace a tiempo el Consejo de resolución podrá tomar la iniciativa.
La Comisión será la que adopte las medidas necesarias de cierre de un banco. Los Estados miembros sólo podrán intervenir a petición expresa de la Comisión.
Se reduce el tiempo para intervenir un banco. De hecho, la decisión se podrá aprobar en un fin de semana entre el cierre de los mercados americanos y la apertura de los asiáticos.
Se reduce en dos años el tiempo de puesta en marcha del Mecanismo de Resolución Único, que será de ocho años. Se establece una mutualización de los fondos del 40 % para el primer año y un 20 % para los siguientes siete años.
El fondo queda en 55.000 millones de euros pagados por los mismos bancos, una cantidad que le permitirá financiarse en los mercados.
Con la puesta en marcha de este mecanismo de resolución de bancos, se pone fin a una época de incertidumbre y rescates totales. La UE espera que de esta manera se restablezca la estabilidad financiera, y se creen las condiciones necesarias para que el sector financiero vuelva a dar créditos, un factor esencial para consolidar el crecimiento económico y la creación de empleo.
El mecanismo entrará en vigor el 1 de enero de 2015 y comenzará su funcionamiento efectivo un año más tarde.