La cadena británica ha encuestado a los economistas que suelen asesorar al Banco de Inglaterra. De los 27 consultados, 25 han vaticinado que la recesión volverá a Europa en 2012 y una quinta parte de ellos cree que la eurozona no sobrevivirá con sus 17 Estados actuales. Hay entre un 30% y un 40% de que el club de la moneda única se desintegre en su conjunto.
Seguramente no es necesario ser un experto para llegar a esas conclusiones y, de hecho, las causas que manejan son públicas y evidentes. El crecimiento de la eurozona entre julio y septiembre ha sido de solo un 0,2% y en toda la UE del 0,3% siguiendo una tendencia a la ralentización cada vez más acusada. Dicen además los encuestados que la crisis de deuda soberana ha obligado a los gobiernos a frenar el gasto y ha socavado la confianza de los mercados globales.
Hasta aquí las razones. ¿La solución? ¿La determinación política? Insuficiente según los resultados de la encuesta de la BBC. Los acuerdos del Consejo Europeo para llegar a un pacto fiscal en Europa, del que se autoexcluyó Reino Unido, y estrechar la cooperación económica entre los 27 miembros de la UE no ha convencido a los mercados, que han seguido atacando la deuda soberana y no solo ya de los países con más dificultades.
Uno de los entrevistados, Peter Warburton, de la consultora Economic Perspectives, es de los que opina que la recesión será más suave que la de 2008 y que no es probable una ruptura de la eurozona que «iría contra los intereses de todos por la cantidad de contratos establecidos entre los 17 países».
En Reino Unido, sin euro y al margen de las últimas decisiones comunitarias, las cosas se prevén un poco mejor. El crecimiento en el tercer trimestre del año fue del 0,6%. Sin embargo, Johan Cridland, de la Confederación de Industria Británica, considera que la crisis de la eurozona supone una «amenaza importante» para la economía de Reino Unido, porque el 40% de las exportaciones británicas tiene allí su destino.