«Somos socios de la Unión Europea, pueden contar con Brasil» ha dicho la presidenta brasileña Dilma Rousseff al término de la quinta cumbre euro-brasileña que se acaba de celebrar en Bruselas. Aseguró que toda América del Sur debe participar de este diálogo para salir de la crisis, que considera ha entrado en una «segunda etapa» que se debe combatir con una mayor coordinación política entre los países, un mayor estímulo al crecimiento económico y estabilidad macroeconómica, combinados con políticas sociales . «Que se tomen medidas macroeconómicas al tiempo que se combate con firmeza al desempleo», ha dicho y ha añadido que «no tiene ningún sentido» la adopción de medidas de austeridad únicamente. Hay que evitar que «la población pierda esperanza en el futuro» ha subrayado.
Brasil y la UE han firmado un «Programa Conjunto para la Cultura» que durará hasta finales de 2014, los puntos prioritarios del acuerdo incluyen políticas dirigidas a crear un entorno favorable para una economía basada en la cultura y la creatividad; mejorar la cooperación y los intercambios, incluidas las coproducciones audiovisuales; Compartir la experiencia en materia de preservación del patrimonio cultural y natural y fomentar y aplicar la Convención de la UNESCO sobre protección y promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales. Se han firmado, así mismo, otros acuerdos en materia de investigación, turismo o política espacial.
En la comparecencia ante la prensa, en la que no se han admitido preguntas, ambas partes han reiterado el firme compromiso de seguir avanzando en las conversaciones entre la UE y los países de Mercosur, entre los que se encuentra Brasil, para lograr un acuerdo de libre comercio. Tras casi seis años de estancamiento, en 2010 se reanudaron las negociaciones pese a las reservas de Francia y de los agricultores europeos, que prevén grandes pérdidas.