Toda Europa ha estado en vilo esperando la votación del Parlamento eslovaco con confianza en que la presión internacional haría recapacitar al partido liberal SaS, socio de la coalición de gobierno, que con sussolo 22 escaños ha echado atrás una propuesta de la que depende el futuro de la Unión Europea, con el argumento de que Eslovaquia es demasiado pobre para pagar erroresde otras economías de la eurozona.
El gobierno de centro-derecha que preside Iveta Radicova había vinculado el voto dehoy con una moción de confianza al ejecutivo y ha perdido. La legislación eslovaca permite una segunda votación en próximos días que posiblemente haga cambiar el resultado, con el apoyo de la oposición socialdemócrata, a la vista de lo que está en juego en toda Europa.
Eslovaquia es el único país de la eurozona que no ha ratificado la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera hasta los 440.000 millones de euros, como mecanismo de emergencia para hacer frente a los problemas de deuda. De esa cantidad, Eslovaquia debe aportar unos 7.000 millones de euros. El nuevo fondo de rescate podrá ofrecer créditos a los países en dificultades para que puedan recapitalizar su banca o comprar deuda pública en los mercados secundarios.
La ratificación parlamentaria por todos los países de la eurozona es imprescindible para dar la solución definitiva a la crisis en la cumbre europea del 23 de octubre y presentarla después ante la cumbre del G20 los días 3 y 4 de noviembre en Cannes.