Un Óscar y dos matrimonios fallidos. Audrey Hepburn, es uno de los mitos más duraderos del cine como lo fueron Marilyn Monroe y James Dean. En el celuloido representó la magia de un sueño perfecto, que sólo era eso... de cine. En los registros oficiales, dos matrimonios: uno con Mel Ferrer, notablemente mayor que ella y de un físico poco agraciado, y otro con el aristócrata y neuropsiquiatra italiano Andrea Dotti, uno de los solteros de oro de su época. Con el primero sustituyó el verdadero amor por la admiración profesional. Con el segundo, por la «dolce vita».
Comenzó su carrera en producciones musicales y con Gigi, un musical de Broadway consiguió el Theatre World Award con su debut. «Vacaciones en Roma», de William Wyler, la catapultó a la fama. Su siguiente éxtito fue «My Fair Lady», una de sus actuaciones preferidas. Su nombre estará siempre ligado al de Holly Golightly, la protagonista de «Desayuno con diamantes». Luego llegarían «Sabrina», «Una cara con ángel», «Historia de una monja» o «Como robar un millón». Nominada 6 veces al Óscar, ganó la estatuilla con «Vacaciones en Roma». Sus últimos años se dedicó con intensidad a su papel de embajadora de Unicef.