La UE asegura que la directiva de Hábitats es la iniciativa más ambiciosa jamás emprendida en materia de medio ambiente en Europa. La preocupación por la pérdida de biodiversidad llevó a los 27 a adoptar en 1992 una legislación a escala realmente europea, por la que se ptotege a más de mil especies de animales y plantas y más de 200 tipos de hábitat, bosques, praderas y pantanos.
Como consecuencia de la aplicación de esa directiva se creó Natura 2000, una red ecológica paneuropea de lugares protegidos, que ya tiene una extensión equivalente a la superficie de Alemania, Polonia y la República Checa juntas. Natura 2000 no solo tiene entre sus fines cuidar de las zonas en Europa con un elevado valor de biodiversidad, sino que también dice apoyar el medio de vida de los agricultores, silvicultores, pescadores y otros usuarios que viven en dichas zonas y cuidan este capital natural crítico, con inversiones en zonas rurales y poco desarrolladas para contribuir a su crecimiento sostenible y a la creación de empleo.
También cumple 20 años el programa LIFE, un instrumento de financiación europea de proyectos medioambientales que, en este tiempo, ha cofinanciado 3.685 proyectos con 2.800 millones de euros del presupuesto de la UE y que ha contribuido con 1.200 millones a la gestión y recuperación de más de 2.000 espacios de Natura 2000.
Son aniversarios que la UE celebró este lunes en Genk (Bélgica). Allí el comisario de Medio Ambiente, Janez Potocnik, subrayó la importancia del apoyo europeo a la biodiversidad, dijo que es»un logro extraordinario» y que «todos los europeos pueden sentirse orgullosos de estos resultados».
En tiempos de recortes presupuestarios, se hace difícil para los Estados cumplir la normativa europea de medio ambiente. Este mismo mes de octubre, diferentes grupos ecologistas españoles, (SEO/Birdlife, Greenpeace, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra) cuestionaron el recorte previsto por el gobierno en los Presupuestos Generales del Estado de 2013, sobre todo, el relativo a protección de la biodiversidad, además de alertar sobre las posibles sanciones europeas a las que se enfrenta España al disminuir el gasto de ciertas partidas, como la relativa a la calidad del agua.