La Federación Europea de Sindicatos (FEP) se ha unido a los sindicalistas de todo el continente que apoyan la Jornada de Acción por el Empleo y la Solidaridad en Europa, organizada este 14 de noviembre por la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Del mismo modo que otros sectores, el periodismo sufre una crisis por la pérdida de empleos. Para los periodistas, la crisis no empezó en 2008, sino mucho antes, cuando los patronos de los medios empezaron a reducir mano de obra, a presionar más y más sobre los contenidos, sobre la multiplicación de las plataformas tecnológicas, reduciendo su aportación económica y cada vez con menos personal. En los últimos tres años, la situación se ha agravado.
En este sentido, actualmente:
En Portugal, la radiotelevisión pública RTP está a punto de ser privatizada, lo que amenaza a centenares de empleos y al pluralismo mediático. La agencia de prensa Lusa, de capital mayoritariamente público, está también amenazada por recortes presupuestarios del 30 por ciento, que ponen en peligro su misión de servicio público. En el sector privado, los empleados del periódico Público están bajo amenaza de despido colectivo un año después de haber aceptado rebajar sus salarios. El gobierno portugués prepara subidas brutales de impuestos y se propone disminuir en 4.000 millones de euros los presupuestos de 2013 para la Seguridad Social.
En Grecia, los periodistas, como los demás trabajadores, ya han sufrido disminuciones de sus sueldos que alcanzan el 35%. Muchos, centenares al menos, han perdido su puesto. Las cifras de desempleo rondan el 30 por ciento. Los convenios colectivos han sido rescindidos o anulados –unilateralmente- bajo presión de la Troika (CE, BCE, FMI), para ser sustituidos por leyes que autorizan la extensión de los contratos individuales temporales.
Respecto a España y a los periodistas, los despidos recientes en el diario El País han tenido una enorme repercusión en los medios y el periodismo de otros países europeos.
Respecto a otros lugares del continente, hay que señalar al grupo Schibstedt ha anunciado planes de reducción de sus plantillas de periodistas. Dicho grupo da empleo a una cuarta parte de los periodistas que trabajan en los medios de comunicación de Noruega. En Francia, el grupo Sud-Ouest (una de las mayores cabeceras de Francia) se prepara a suprimir los contratos de una quinta parte de su personal. Decenas de revistas están cerrando las puertas de muchas salas de redacción en toda Europa. Las mayores radiotelevisiones públicas, como la BBC, France Télévisions o RTVE, mantienen sus proyectos de «reducir costes» y, naturalmente, personal. En toda Europa, miles de periodistas han perdido su empleo o son obligados a seguir trabajando en condiciones precarias, a veces con el mismo empresario que antes aunque con menos seguridad laboral.
Para señalar esta jornada de acción de la CES, la FEP lanzó un informe sobre la igualdad de los derechos de los periodistas mostrando ejemplos de campañas y acciones de los periodistas y de sus organizaciones en Europa. Para defender los puestos y las condiciones de trabajo, así como el derecho a la negociación colectiva. Ante el calado y el impacto de las políticas de austeridad, que se dejan sentir en todos los países europeos, dicho documento ofrece una visión conjunta de los distintos casos y de las experiencias de los demás.
«Los recortes de los salarios y la protección social representan un ataque en toda regla al modelo social europeo. Asimismo agravan los desequilibrios sociales y favorecen las injusticias», ha manifestado la CES, impulsora de esta jornada de protestas contra la austeridad, por el empleo y la solidaridad. Según la Confederación Europea de Sindicatos, las huelgas, manifestaciones y otras protestas similares tratan de aumentar la sensibilización pública sobre la situación en Europa.
La CES y sus afiliados intensifican su campaña contra las medidas de austeridad, mientras la FEP recuerda su preocupación especial por el cuestionamiento de las radiotelevisiones públicas, lo mismo que por la reducción del empleo, público y privado. La FEP se sitúa al lado de los colegas sindicalistas que luchan por el empleo y por un trabajo decente, mientras expresan su inquietud todos los debates -nacionales o europeos- por los recortes que amenazan a los medios de comunicación y que ponen en peligro el acceso de la opinión pública a fuentes múltiples, independientes y fiables.