Hay programas para evitar en el futuro situaciones como esta pero lo que falta es la financiación para llevarlos a la práctica. Habría que añadir que también falta voluntad política en los países que pueden dar ese dinero. Todo se queda en buenas palabras. En Roma, la FAO acaba de realizar una reunión técnica preparatoria de otra con los países donantes que debe celebrarse en Adis Abeba el próximo 25 de agosto, una reunión que ha debido retrasarse por dos veces por falta de asistentes. De los 2.400 millones de dólares necesarios para paliar la situación solo se han recaudado unos 1.300 millones.
Jacques Diouf director de la FAO, ha hecho un dramático llamamiento en el que ha hablado de los pozos que son necesarios en los caminos por donde pasta el ganado, de la mejora de las carreteras, de los sistemas de almacenamiento de las cosechas para no perder como hasta ahora entre el 40% al 60% de la producción. Ha pedido a los Estados africanos que aumenten entre un 5% y un 10% el presupuesto que dedican a la agricultura.
Desde que la ONU declaró la hambruna hace un mes en dos regiones de Somalia la situación no ha hecho más que deteriorarse y ahora son cinco las regiones de Somalia afectadas y las previsiones no son nada tranquilizadoras. Probablemente el hambre extrema seguirá extendiéndose y a finales de este mes ya habrá llegado a otras regiones del país. Las hambrunas afectan sobre todo a mujeres y niños. En el Cuerno de África hay 2,3 millones de niños afectados por la malnutrición, de ellos 600.000 de forma especialmente grave, hay declaradas una epidemia de cólera y otra de sarampión.