110 muertos y un centenar de heridos es el balance de un incendio que ha destruido una fábrica textil de 8 plantas cerca de Dacca, la capital de Bangladesh. La empresa trabajaba para varias marcas occidentales entre ellas C&A, Carrefour e Ikea. Pocas horas después otro incendio en la zona industrial de Dacca, se saldaba con 8 heridos. Las causas de los siniestros se desconocen todavía, pero muchas de las empresas textiles de Bangladesh trabajan para la exportación en unos edificios con carencias de infraestructura e instalaciones eléctricas defectuosas, a lo que hay que añadir unas medidas de seguridad muy laxas.
El fuego del domingo comenzó en los almacenes de la planta baja, al parecer por un cortocircuito, y se extendió rápidamente hacia los pisos superiores. Había unos 300 trabajadores en la fábrica, la mayoría mujeres. Algunos huyeron escaleras arriba y se refugiaron en el techo del edificio hasta que fueron rescatados. Otros se arrojaron por las ventanas, y los supervivientes dicen que no se dieron cuenta de lo que pasaba hasta que fue demasiado tarde. Varios testigos aseguran que los bomberos tardaron en llegar y necesitaron varias horas para controlar el fuego. Encontraron decenas de muertos, unos asfixiados y otros víctimas de las llamas.
Bangladesh es el segundo pais asiático productor de ropa para Occidente, después de China. Hay unas 4.500 fábricas textiles repartidas por el país, muchas de ellas sin las necesarias medidas de seguridad. Clean Close, una asociación de defensa de los trabajadores del sector textil que tiene su sede en Amsterdam, asegura que desde 2006, unos 500 empleados en este sector han muerto en varios incendios en Bangladesh. Las empresas extranjeras «saben desde hace tiempo que muchas fábricas con las que tienen contratos son trampas mortales», denuncia Ineke Zeldenrust, portavoz de la asociación. «El hecho de que no actúen se puede considerar una negligencia criminal». La organización de derechos de los trabajadores, Bangladesh Centre for Workers Solidarity, ha señalado que es la catástrofe más grande que hemos sufrido hasta ahora en una empresa de confección local.
El comité ejecutivo de la cadena holandesa C&A ha expresado su condolencia a los familiares de los fallecidos y se ha comprometido a pagar 1.200 euros por cada trabajador muerto, unos 18 millones de euros. «Las víctimas y sus familiares están en nuestros corazones», ha declarado Thorten Rolfes, director de Comunicación Corporativa de C&A Europa. Esta cadena internacional de ropa, de origen holandés, cuyas sedes se encuentran en Vilvoorde, cerca de Bruselas , y en Düsseldorf, en Alemania, ha confirmado la relación contractual con la empresa Tarzreen Fashion, en cuya fábrica de ocho plantas se declaró el sábado el incendio. La empresa había encargado la fabricación de 220.000 jerseys para ser entregados en C&A Brasil entre diciembre de 2012 y febrero de 2013.
Bangladesh es uno de los principales centros de producción textil de Asia, debido a los bajos salarios bajos y a una mano de obra abundante, es un sector que ocupa al 40 por ciento de los trabajadores del país. A principios de este año, 300 fábricas de Dacca, la capital bangladesí, secundaron sin éxito una huelga en demanda de mayores salarios y mejores condiciones de trabajo. Bangladesh es el segundo exportador de ropa del mundo y en 2011, exportó unos 19.000 millones de euros, el 80 por ciento de las exportaciones del país.
A mediados de septiembre, un incendio en una fábrica textil en Karachi, la capital comercial de Pakistán, causó la muerte de cerca de 300 trabajadores.