Venecia es uno de los mayores imanes turísticos de Europa, pero se desconoce por cuánto tiempo más. La romántica ciudad italiana ha ido hundiéndose lentamente desde hace mil años por el deslizamiento de la laguna sobre la cual se fundó, ahora las previsiones se aceleran. El nivel del agua sube más rápido que nunca, se estima que Venecia se hunde un promedio de dos milímetros al año, causando inundaciones a menudo. Todavía es posible caminar por los puentes, admirar su impresionante arquitectura y disfrutar de un paseo en góndola inolvidable. Pero si las medidas que el gobierno local ha puesto en marcha para evitar que continúe hundiéndose, Venecia se verá con el agua al cuello.
Entre los destinos turísticos en peligro de extinción que ha seleccionado trivago está el Mar Muerto que se encuentra a casi 430 metros bajo la superficie del mar y se hunde un metro cada año. A este vertiginoso ritmo, podría secarse totalmente en apenas cuarenta años. La reducción en un 98% del caudal del río Jordán que lo abastece y el drenaje de sus aguas para el consumo humano amenaza con la desaparición de este ecosistema único en el mundo que lleva bajo vigilancia desde 1930. Sentir la ingravidez que produce flotar en sus aguas hipersalinas será una experiencia de la que no se podrá disfrutar si se espera mucho tiempo.
El cambio climático amenaza con borrar del mapa un lugar paradisíaco: las islas Maldivas. Este exótico archipiélago se compone de 1.200 islas de coral que se encuentran apenas un metro por encima del nivel del mar. Ser el país de más baja altitud en el mundo supone que la subida del Océano Índico va robando territorio milímetro a milímetro. El panel climático de la ONU predice que el archipiélago será inhabitable en 2100 ya que las islas desaparecerán antes de que este siglo termine. Los habitantes de 16 islas ya han tenido que ser reubicados en Sri Lanka desde que el gobierno maldivo comprase una parte del territorio para garantizar a su gente un lugar al que acudir si su casa un día se encuentra inundada.
El Taj Mahal, que fue construido en el siglo XVII para conmemorar a la esposa favorita del emperador Shal Jahan, está considerado como una de las siete nuevas maravillas del mundo. El aumento de las tarifas no ha detenido a los 4 millones de visitantes que recibe al año y esta es, precisamente, una de las principales causas de su destrucción. La gran marea turística, la contaminación del aire y la escasa renovación de este están causando graves daños en su fachada de piedra blanca. Para asegurar su conservación, el Estado Indio y varias organizaciones, entre ellas la UNESCO, han planteado prohibir el acceso al histórico Taj Mahal dentro de 5 años.
La montaña más grande de África se eleva a 5.895 m de altitud y sus hermosos picos volcánicos cubiertos de nieve se pueden observar a lo lejos tanto en Kenia como en Tanzania. Pero es probable que esta carismática panorámica desaparezca en los próximos decenios. El 85% de la nieve se ha ido derritiendo mientras que la región de África se ha ido secando más y más en las últimas décadas. Los investigadores apuntan a que, debido al rápido y catastrófico cambio climático al que nos enfrentamos, los picos del Kilimanjaro se derretirán por completo en los próximos 15 años.
El arrecife de Belice, situado en el atlántico Mar Caribe, es el ecosistema más diverso del mundo. Su increíble fondo marino y sus islas coralinas hacen de sus arrecifes el destino turístico más importante de Belice, atrayendo a la mitad de sus 260.000 visitantes anuales. En 1996 la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad pero los huracanes, la pesca masiva, la contaminación natural y el calentamiento global están teniendo efectos devastadores sobre los arrecifes. Puede que este colorido paraíso submarino, que ya perdió el 50% de los corales con el Huracán Mitch en 1998, se convierta en historia en apenas 20 años.
La ciudad más grande del sur italiano y el lugar donde nació la pizza podría desaparecer del mapa. Nápoles se encuentra a sólo 9 kilómetros del Monte Vesubio, uno de los volcanes en actividad más peligrosos del mundo que ya sepultó las ciudades romanas de Pompeya y Herculano en el año 79. El estratovolcán se ha mantenido activo desde entonces y para evitar otra gran catástrofe que pudiese acabar con la vida de los 4 millones de personas que viven en la ciudad, está siendo controlado de cerca. Hay que darse prisa si se quiere disfrutar de una de las ciudades más representativas de Italia, visitar el Teatro de San Carlo, la ópera más antigua del mundo, y el impresionante puerto que enlaza con todo el Mediterráneo.
La región al sur de Argentina y Chile es conocida por sus numerosos glaciares, que se extienden entre los Andes y la Antártida. Los glaciares de la Patagonia constituyen la mayor capa helada templada de nuestro planeta, pero el calentamiento global derrite 20 millones de toneladas de hielo cada año. A su vez, esto ha derivado en un aumento del nivel del agua de los océanos hasta un 50% desde finales de 1900. A este ritmo, poco tardarán en desaparecer las zonas heladas de los territorios a baja altitud. Los todavía impresionantes glaciares de América del Sur merecen una visita para experimentar la paz abrumadora de una de las zonas menos pobladas del mundo y disfrutar de espectáculos de la naturaleza como el Perito Moreno.
La cuarta isla más grande del mundo se encuentra frente a la costa sureste de África y por su inmensa riqueza natural es también conocida como la Isla del Tesoro. Madagascar es el hogar de un 5% de las especies animales y vegetales del planeta, de las cuales casi el 80% se encuentran únicamente allí. Su impresionante flora y fauna está, sin embargo, amenazada por varios factores. La tala y la caza furtiva están poniendo en peligro a muchas de las especies únicas de la isla y sus ecosistemas gravemente dañados a causa de la creciente contaminación fruto del aumento de vehículos motorizados. Se calcula que en poco más de treinta años sus bosques podrían desaparecer.
La Ciudad del Pecado podría ser un fantasma dentro de unos años. Las Vegas, situada al sur de Nevada sobre el árido desierto de Mojave, se secará si las reservas de agua se agotan. La ciudad lleva años haciendo frente a una de las mayores crisis hídricas, pero la situación se ha agravado en los últimos meses por la gran sequía que atraviesa la región. Además, Las Vegas goza de notoriedad por su despilfarro de agua en los macrohoteles, consumiendo más de 832 litros diarios por habitante. El Lago Mead, que provee un 90% de la demanda y es el único depósito de agua de Las Vegas, ya no puede seguir abasteciendo a la ciudad de los excesos.