«En esta crisis económica, los trabajadores tienen que arreglárselas cada vez más en el paro o con trabajos precarios que agravan la brutalidad de la crisis. El empleo precario, muchas veces el único disponible para los jóvenes, se extiende a otros segmentos de la sociedad que hasta ahora no conocían el fenómeno. Las desigualdades crecen mientras se siguen amasando grandes fortunas. La precariedad en el empleo no puede representar el futuro de la Unión europea. Marca a la gente, a la sociedad y a la democracia. A largo plazo, nos encaminamos hacia una pobreza cada vez mayor que degrada a Europa económica y políticamente».
Son palabras del secretario general de la Confederación europea de sindicatos (CES), dirigidas a las instituciones comunitarias y a los líderes de los Estados miembros, con motivo del Primero de mayo. Con ese planteamiento, la CES pide una actuación decidida a la UE que no se quede sólo en palabras y se concrete en un plan de recuperación con fondos equivalentes al 1% del PIB. Los sindicatos europeos creen que es la mejor manera de salvaguardar el modelo europeo. Monks reconoce que «el desafío es enorme, pero cree que Europa tiene suficientes recursos, recursos presupuestarios».
La CES ve que el centro de gravedad del crecimiento se traslada a Asia y Latinoamérica. Por eso pide a la Unión que desarrolle políticas industriales fuertes, no sólo basadas en la cooperación intergubernamental, sino en una comunidad industrial que trascienda las divisiones intraeuropeas y los efectos perversos de la rentabilidad a corto plazo.
En esas inversiones, la CES considera vital invertir en la gente. «La educación y la formación deben ser accesible a todos los ciudadanos como mejor defensa contra el paro». Las políticas de solidaridad, dicen, son necesarias para apoyar a países y particulares en dificultades, pero también estimular la actividad y la cohesión social. La CES pide un pacto, un New Deal, para llegar a una economía sostenible y a un sistema de solidaridad y justicia social.
En España, Comisiones Obreras y UGT han convocado 80 manifestaciones este 1 de mayo para «defender el empleo con derechos, el sistema público de pensiones, la mejora de la protección social y el cambio de modelo productivo, para cimentar uno sustentado en la calidad del empleo, la igualdad, la formación, la mejora de la productividad y unos salarios dignos». euroXpress