El último informe PISA 2012 corrobora el buen estado de la educación en el suedeste asiático. El Programa Internacional para la Evaluación de los Alumnos de la OCDE, que analiza las habilidades prácticas en la resolución de problemas de alumnos y alumnas de 15 años, repite al mismo tiempo el tirón de orejas a España, que como penúltimo país de la UE obtiene unos resultados por debajo de la media de la OCDE.
Singapur lidera la clasificación de 44 países, con 562 puntos, sólo por delante de Corea del Sur. Les siguen Japón, Macao, Hong Kong, Shangai y Taiwan. Es decir, los siete primeros puestos están copados por los buenos resultados de los estudiantes de Asia oriental. Canadá y Australia ocupan los puestos octavo y noveno; y hay que ir hasta la décima posición para encontrar a un país europeo. Es Finlandia quien lidera el ranking de Europa, seguido por Reino Unido, en undécima posición, con 517 puntos, a 45 de distancia del primer puesto.
Mucho más hay que bajar en la lista para encontrar al Estado español, que ocupa el puesto número vigesimonoveno. Con 477 puntos es uno de los países europeos con peores resultados: sólo supera a Eslovenia. Los estudiantes españoles están 23 calificaciones por debajo de la media de los países desarrollados que conforman la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
«Los resultados muestran que los adultos altamente cualificados tienen el doble de probabilidades para ser empleados y casi tres veces más probabilidades de ganar un salario por encima de la media que los poco cualificados. En otras palabras, unas pobres habilidades limitan gravemente el acceso a trabajo mejor remunerados y más gratificantes», afirma el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, en la presentación del informe, que tiene más de 250 páginas.
Uno de cada tres alumnos de la ESO no sabe comprar un billete de metro
El informe PISA ha evaluado a 85.000 jóvenes de 15 años de 44 países. Y en concreto ha contado con 2.709 estudiantes de España, todos ellos alumnos de 4º de la ESO, procedentes de hasta 181 institutos distintos. Pese a los datos cosechados por los escolares españoles, el estudio señala que están mejor preparados para enfrentarse a la vida diaria y la resolución de sus problemas de lo que están para las matemáticas, las ciencias o en capacidad lectora, materias en las que también están por debajo de la OCDE, según los anteriores informes PISA.
«En un momento en el que los presupuestos públicos son muy ajustados y hay poco margen para un mayor estímulo monetario y fiscal, la inversión en las reformas estructurales para impulsar la productividad, tales como educación y desarrollo de habilidades, es clave para el crecimiento futuro. De hecho, es esencial para apoyar la recuperación, así como para hacer frente a problemas de largo plazo, tales como el desempleo juvenil y la desigualdad de género», añade Gurría.
El 28,5 por ciento de los estudiantes españoles es incapaz de afrontar con éxito cuestiones cotidianas, frente al 21,4 por ciento de los 28 países miembros de la OCDE. Los resultados demuestran que el alumnado en España tendría problemas a la hora de escoger la ruta más corta en un mapa de carreteras o comprar el billete más barato, combinando tren y autobús en una ciudad en la que nunca ha estado. El mismo porcentaje de jóvenes tampoco sabría entender el funcionamiento de un climatizador.
«La adaptación, aprendizaje, atreverse a probar cosas nuevas y estar siempre dispuestos a aprender de los errores son las claves de la resistencia y el éxito en un mundo impredecible». Así justifica la OCDE la necesidad de evaluar las capacidades en la resolución de problemas, particularmente demandas en distintos tipos de empleos.